Es todo un proceso atraer a las personas a tu Studio, pero se necesita tener una estrategia distinta de retención. Lo que hace que tus clientes potenciales se conviertan en clientes reales es su experiencia durante la clase, debe ser consistente e inspiradora.
Las primeras prioridades siempre son la calidad de tus instructores y la metodología, sin embargo existen varios elementos clave de una clase que podrían pasarse por alto pero hacen una gran diferencia para tus clientes.
Te compartimos algunos de los elementos clave a continuación:
Instrucciones: asegúrate de que las instrucciones sean claras. Desde el principio los coaches deben explicar detalladamente cada movimiento que se va a realizar; de esa manera al momento de indicar el nombre de alguna postura de yoga o algún ejercicio funcional todos sabrán que hacer. Sin importar si son avanzados o no todos se sentirán incluidos y se moverán en sintonía.
Iluminación: debes de prestar mucha atención en el nivel y color de la iluminación ya que afecta la comodidad y orientación de tus clientes. Si la intención es aumentar la energía en clases de alto rendimiento utiliza luces negras o de colores neón. Las clases de menos intensidad deben utilizar luz natural o iluminación suave creando un ambiente de paz y tranquilidad.
Espacios ordenados: además de la limpieza del Studio hay que tomar en cuenta la organización de los espacios. Llévalo al siguiente nivel reduciendo el desorden visible para mejorar el ambiente; considera métodos de almacenamiento útiles para hacer una gran diferencia en la apariencia agregando una sensación Zen y de boutique a tu Studio.
Aroma: el olfato es uno de los sentidos más fuertes que se le atribuye a la memoria, por eso vale la pena tener un aroma característico de tu marca que comunique tu imagen y lo que representas. Te recomendamos utilizar olores ligeros de cítricos como naranja o aromas tipo spa como lavanda. La intención es que cuando huelas algo similar te acuerdes del Studio y sientas familiaridad.
Música: tus playlists son parte fundamental de la clase, no solo las canciones también el volumen. Si la música es demasiado fuerte tus clientes no podrán escuchar las instrucciones y se irán con los oídos zumbando, si es demasiado baja es más fácil que se distraigan. Hay que encontrar el balance para que la música sea una herramienta que ayude a las personas a enfocarse y dar lo mejor de sí mismas en cada clase.
Por: Juli Beets
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Juliana Beets Bujanos, es egresada de marketing de la Universidad Iberoamericana. Ha trabajado en empresas como Estrategas Digitales y Bikram Yoga. Cuenta con mas de 9 años de experiencia como practicante y maestra de yoga certificada por Kaivalyadhama Yoga Institute en Lonavala, India y por Bikram Yoga College of India en Los Ángeles.
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